lunes, noviembre 14, 2011

I

No quisiera irme sin antes decir que no sé qué hago acá, pero siempre tuve buenas intenciones.
No sé decir cuántas vidas he salvado, pero no olvido cada corazón que rompí. Por causas naturales, quizás la luna y su energía me absorbe cada cierto tiempo y así asesino. No quiero corromper mi cuerpo extraño más de lo que está, se mantiene en pie por fuerzas que aún no comprendo pero confío en ellas. No me quiero ir sin decir lo que vine a decir, no quiero molestar más. No sé a dónde voy, no sé qué estoy haciendo acá, no logro diferenciar entre el error más cruel, y los momentos más dulces. Desgarradores. Mi cabeza me ha declarado la guerra, infinita. No tengo defensas y nadie sería capaz de defenderme en éste estado de cólera y egoísmo, camuflado con besos. Maliciosamente vuelvo a hacerlo.
Maliciosamente vuelven a caer todos en la trampa, que no es mortal pero tortura hasta la muerte.
Maliciosamente te digo que sí y que no, y me voy.

No hay comentarios.: